Lo esencial
Si consigues equilibrar las fuentes y los sumideros de forma eficaz, manteniendo a los jugadores en un punto intermedio entre el aburrimiento y la frustración, no les molestarán tus mecanismos económicos, sino que se sentirán motivados por ellos, y tu juego mejorará por ello.
Consideremos un juego de fusión que gira en torno a la construcción de un imperio de casas en el que hay dos tipos de recursos: Casas y monedas. Las casas serían el recurso que indicaría la progresión del jugador, y las monedas serían la moneda que haría posibles todas las transacciones del juego.
En realidad, los juegos presentan un conjunto muy diverso de monedas en función de su complejidad. Los más comunes son la energía, la vida, las divisas blandas y las divisas fuertes.
La energía se refiere a la cantidad máxima de aguante que un jugador puede mantener antes de perder una vida, mientras que las vidas se refieren a un número finito de intentos totales antes de que el juego termine.
Para ayudar a desarrollar la formación de hábitos, puede hacer que los jugadores esperen cierto tiempo antes de que se repongan sus vidas. También puedes poner un límite al número de vidas que los jugadores pueden tener a la vez, lo que limita la duración de una sesión de juego y anima a los jugadores a volver.
Encontrar el equilibrio adecuado entre el tiempo de enfriamiento y el límite de energía o vidas será crucial para que los jugadores experimenten tu juego tal y como lo has planeado.
Las monedas blandas son las más comunes en los juegos free-to-play. Los jugadores pueden ganarlos fácilmente y están ampliamente disponibles en las recompensas del bucle central del juego.
Por ejemplo, los jugadores pueden ganar monedas por terminar los niveles, que luego pueden utilizar para comprar vidas, potenciadores u otros recursos. En otros casos, los jugadores pueden utilizar dichas monedas como método de buy-in para acceder a determinados niveles.
Proporcionar suficientes lugares atractivos para que los jugadores gasten su moneda blanda y encontrar el equilibrio adecuado entre fuentes y sumideros impulsará en última instancia la monetización.
Las monedas fuertes, a menudo representadas por objetos de gran valor como gemas u oro, dan a los jugadores acceso a objetos y características exclusivas.
Las divisas fuertes pueden ayudarle a ofrecer flexibilidad a sus jugadores. Por ejemplo, pueden permitir a los jugadores acelerar su progresión saltándose pasos. Esta es una consideración importante en el diseño del juego, ya que permite que jugadores de distintos niveles de habilidad se sientan motivados.
Las monedas fuertes se ofrecen a través de compras dentro de la aplicación realizadas con dinero real, mientras que las monedas blandas están disponibles a través de compras virtuales realizadas con moneda fuerte.
Cuando construyas tu economía, debes tener en cuenta cómo afectarán las monedas y los recursos a la progresión de los jugadores para garantizar una experiencia divertida y fluida.
Las monedas principales de tu juego siempre tendrán un impacto directo en la progresión, así como ciertos tipos de recursos. Si el objetivo de tu juego es gestionar una granja, obtener equipamiento agrícola será crucial para que los jugadores avancen.
Otros recursos, como los potenciadores, pueden tener un efecto indirecto al facilitar el juego. Resulta útil ofrecer a los jugadores distintas opciones para que puedan disfrutar del juego en distintos niveles de dificultad.
Una vez establecidas las divisas y comprendidos los recursos, es hora de identificar las fuentes y los sumideros.
Las fuentes incluyen monedas obtenidas en los niveles, recompensas periódicas o premios por completar eventos. Por otro lado, los sumideros incluyen el uso de monedas para rellenar vidas, comprar potenciadores u obtener movimientos extra para terminar un nivel.
Ten en cuenta que la forma en que repartes las recompensas y los recursos entre las distintas fuentes influye en la experiencia del jugador, y que una economía de juego optimizada tendrá la suma de fuentes equilibrada con la suma de sumideros.
Una economía sólida en el juego es mucho más que monetización. Es la fuerza silenciosa que impulsa la participación de los jugadores y puede definir su progreso en el juego. Consulta la primera guía de esta serie para aprender a crear una economía de juego que haga que los jugadores vuelvan a por más.
No hay dos jugadores iguales: su economía debe tenerlo en cuenta para garantizar que todos los jugadores tengan una experiencia positiva con su juego. Consulta la tercera guía de esta serie para aprender a diseñar pensando en los jugadores.
Con Unity Economy, puedes crear una economía personalizada en el juego y ofrecer a tus jugadores compras, conversión de divisas, gestión de inventario y mucho más sin problemas.